miércoles, 20 de noviembre de 2013

UN EJEMPLO A SEGUIR

Facultad de Lenguas, respetuosa del entorno

  Cuando uno pasa al lado de la Facultad de Lenguas en Ciudad Universitaria es muy probable que le llame la atención un cartel, a un costado del camino de entrada, cuyo título recita: “Esta Facultad se ha declarado Respetuosa del Entorno”. Esto es así desde que lo resolvió el Honorable Concejo Directivo de dicha institución, el 16 de septiembre de 2009, debido a una serie de medidas y disposiciones que fueron adoptadas por la misma, tendientes al cuidado del medio ambiente.
Senda de entrada al edificio.

Ubicación de la Facultad de Lenguas. Ver más grande.

El cartel resume lo realizado por la iniciativa.
 Quien formuló y organizó esta iniciativa fue principalmente la arquitecta Paola Martini, que está encargada del Área de Infraestructura y de la Oficina de Higiene, Seguridad y Medioambiente Laboral. Ella trabaja en el establecimiento desde hace 13 años, y nos brindó información detallada sobre las acciones realizadas allí como parte de este proyecto, iniciado debido a su interés puntual sobre la temática.

A continuación exponemos las propuestas planteadas por la arquitecta que fueron implementadas:  

Para más detalles leer el documento: Informe Facultad Respetuosa del Entorno.


Pero, ¿por qué es importante el cuidado ambiental desde una organización?

Las personas, así como las organizaciones como conjunto, son usuarios plenos de los recursos que el medio ambiente brinda; es por ello que deben asumir responsabilidad ante el uso inadecuado de los mismos, y por las consecuencias de su desenvolvimiento en el entorno. Según Juan José Gilli, profesor de la Facultad de Ciencias económicas de la Universidad de Buenos Aires, el deterioro ambiental no es el efecto de un accidente ni de un error de cálculo, sino  el resultado de decisiones tomadas sin consideración por futuras implicancias.

Una organización, con una conducta ética hacia el ambiente, puede brindar diferentes alternativas para su cuidado, con consciencia y respeto. Desde el cumplimiento de las normativas, hasta el simple desarrollo de una actitud proactiva que lleve a convertir en oportunidades la preocupación por esta problemática, son alternativas que suman.

Consultada sobre la situación en la Facultad de Lenguas, Fabiana Barbero, que es asistente de dedicación simple en la materia Filosofía de la Educación en el profesorado de inglés, expresa:
“Es un lugar en donde cohabitan todas las divisiones propias de una facultad; desde el decanato, lo administrativo, las aulas, los espacios para docentes y alumnos, el quiosco, hasta la fotocopiadora. Esta convivencia hace que el edificio y su comunidad esté en un íntegro orden y un cuidado responsable del espacio. El tener los contenedores clasificados para tirar los residuos hace a la conciencia de utilizarlos correctamente. Definitivamente, esto hace a la cultura de la institución, y se nota”.

Sin embargo, no solo los establecimientos y sus diferentes comunidades deben llevar adelante la preservación y el cuidado, sino que esto debe ser complementado por políticas sociales que acompañen este proceso. Por su parte, Gilli expone que la intervención del control político debe velar para que no lleguen a producirse daños irreversibles, considerando los valores esenciales de la sociedad.